¿Se están produciendo suicidios por el coronavirus? La pandemia mundial ha obligado al confinamiento de la población en países de todo el planeta y eso está suponiendo el cierre de miles de negocios y la suspensión o aplazamiento de eventos de todo tipo.
Todas esas consecuencias, por separado o en conjunto, pueden derivar en cuadros psicológicos de estrés o depresiones que conduzcan al suicidio.
Casos de suicidios por el coronavirus
- 26 de abril de 2020. Lorna M. Breen, de 49 años y jefa de urgencias del Hospital NewYork-Presbyterian Allen, en Manhattan, se suicida «al no poder soportar ver morir a tanta gente» por el covid-19.
- 24 de abril de 2020. John Mondello, de 23 años, paramédico de emergencias en Nueva York, se quita la vida con un arma de fuego tras varios días de lucha contra la pandemia.
- 13 de abril de 2020. Samuel N., un indígena de 54 años de Ocosingo (México), al que hacía dos días le habían comunicado que se había contagiado de coronavirus, fue hallado muerto, colgado de un árbol junto a su casa, según informó la Fiscalía General del Estado. Más información.
- 8 de abril de 2020. Patrick Jesernick y Cheryl Schriefer, una pareja de Chicago de 54 y 59 años, respectivamente, se suicidaron por creer que se habían contagiado del coronavirus. Los cuerpos de ambos dieron negativo a la prueba.
- 5 de abril de 2020. El médico del equipo francés de fútbol Stade de Reims, Bernard González, se suicidó a los 60 años tras dar positivo en covid-19.
- 29 de marzo de 2020. El ministro de Finanzas del estado alemán de Hesse, Thomas Schaefer, se quitó la vida tras quedar «profundamente preocupado» sobre el impacto económico que podría acarrear la pandemia, según fuentes gubernamentales. El cuerpo del político de 54 años fue hallado en las vías del tren.
- 26 de marzo de 2020. Emily Owen, una joven británica de 19 años, muere en el hospital tras un intento de suicidio durante el confinamiento.
- 25 de marzo de 2020. La enfermera Daniela Trezzi, de 34 años, contagiada de coronavirus, se quitó la vida durante la cuarentena (Más información abajo).
Los primeros suicidios durante la pandemia
Ayer mismo (miércoles 25 de marzo de 2020) en Italia saltó la alarma por el suicidio, ya confirmado de forma oficial, de una enfermera de la UCI del Hospital San Gerardo, ubicado en Monza, región que figura entre los principales epicentros de la Covid-19 en el país transalpino.
La trabajadora fallecida, Daniela Trezzi, tenía solo 34 años y estaba enferma y en cuarentena en casa «sin ningún tipo de vigilancia», según han indicado los medios de comunicación italianos.
Un comunicado emitido por la Federación Nacional de Enfermeros de Italia (FNOPI) ha aclarado que la citada profesional «no ha podido más y tomó la decisión de quitarse la vida».
Según la nota, el coronavirus «fue la gota que colmó el vaso», dejando entrever que la mujer sufría, además, problemas de otra índole.
Al parecer, según sus compañeros, sufría un gran estrés por el temor de haber podido contagiar la enfermedad a otras personas durante el ejercicio de su profesión.
A este episodio se suma otro muy parecido, también de una sanitaria, que ocurrió la semana pasada en Venecia. El citado sindicato ha mostrado su inquietud por la posibilidad de que el exceso de trabajo y las carencias que sufre el personal sanitario pueda desembocar en más casos de suicidio.
La FNOPI añade que, cuando pase la emergencia sanitaria, habrá que valorar y debatir las condiciones laborales de los profesionales sanitarios.
Mientras tanto, concluye su comunicado, «los enfermeros no dejan nunca a nadie solo, aunque arriesguen su propia vida, pero tampoco se debe ni se puede abandonar a los enfermeros».
Problemas económicos, estrés y ansiedad debido al covid-19
La psicóloga clínica Alicia Menéndez ha expresado su temor a un aumento en las tasas de suicidios por el coronavirus debido a los problemas económicos que está generando, como ocurre con aquellos trabajadores que dependen del día a día para llevar alimento a sus hogares.
Ya no se trata solo de las situaciones de ansiedad que puede producir el confinamiento, sino del potencial empeoramiento de problemas mentales preexistentes o latentes en algunos individuos.
Menéndez, que es ex directora de la Comisión para la Prevención del Suicidio de Puerto Rico, subraya que para las personas que sufren problemas emocionales «es tanto el temor a morir que puede llevar a controlarlos».
Esa angustia vital puede intensificar y amplificar procesos de ansiedad generalizados, ataques de pánico e incluso obsesiones con la limpieza.
Ya se ha registrado un caso extremo en el que un hombre se quitó la vida al creer, equivocadamente, que se había contagiado del virus. Ocurrió en la aldea de Srikalahasti, en el estado Andhra Pradesh (India).
La víctima fue al médico por un problema cardiaco y le recomendaron llevar mascarilla para evitar constiparse. El hombre, de 50 años, no entendió bien las instrucciones y dio por hecho que tenía el coronavirus. Encerró a su familia para que no se contagiara y, acto seguido, se ahorcó fuera de su domicilio.
El suicidio de Emily Owen
No es la única víctima mortal por suicidio por el coronavirus. Hoy mismo (jueves 26 de marzo de 2020) se ha conocido que una joven británica de solo 19 años ha fallecido en el hospital tras un intento de suicidio en su domicilio.
Emily Owen había sido diagnosticada de autismo cuatro años atrás. La joven, que trabajaba como camarera, había avisado a su entorno de que no podía asumir el confinamiento. Estaba preocupada por cómo podría afectar el encierro obligatorio a su salud mental, según informa el diario The Sun.
La hermana de la víctima, dos años mayor que ella, aseguró en una publicación en Facebook que acabaría borrando que el virus y el aislamiento le causaban «mucho miedo e incertidumbre».
Los padres la hallaron muy grave el 18 de marzo y fue hospitalizada en estado vegetal. Los médicos no pudieron sacarla del coma.
Según las informaciones de medios británicos, la chica se inscribió como donante de órganos y varias partes de su cuerpo ayudarán a vivir a cuatro personas, entre ellas tres niños.
El trance de los deportistas
Los atletas de élite pasan duros años de entrenamiento esperando determinadas citas que tienen señaladas en rojo en el calendario. Una de ellas son los Juegos Olímpicos.
La próxima edición, que este año se iba a celebrar en Tokio, ha tenido que ser aplazada debido a la pandemia de coronavirus.
La leyenda olímpica Michael Phelps, el nadador multimedallista, tiene una fundación para el cuidado de la salud mental y ha expresado su temor ante un posible aumento en los índices de suicidio de los atletas, bien por la situación de cuarentena de muchos de ellos y/o por el hecho de que los Juegos se hayan pospuesto un año.
«El componente de salud mental es, por mucho, lo más importante aquí. Este aplazamiento supone entrar en aguas desconocidas. Nunca hemos visto esto antes. Se ha tomado la decisión correcta, pero ha roto el corazón de los atletas», declaró Phelps a una televisión estadounidense.
El deportista olímpico más laureado de todos los tiempos recordó que en los últimos tiempos se habían vivido momentos delicados, como la calidad del aire en Pekín en 2008 y la amenaza del virus Zika en Rio de Janeiro, pero «esto es mucho más grave».
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