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SUICIDIOS.INFO

Niños y adolescentes suicidas

Los suicidios de niños y adolescentes son una realidad sobrecogedora pero no podemos obviarla porque existe y, precisamente, tomar conciencia de ella es la forma de reducirlos. En este artículo ofrecemos datos claves para evitarlos.

En España se suicidan cada año más de 300 jóvenes menores de 30 años. Esta cifra, que va creciendo lentamente pero sin freno, convierten al suicidio en la primera causa de muerte en esa franja de edad.

En cuanto al género, de cada 100 suicidios, dos terceras partes corresponden a varones, y la restante a chicas, proporción que se da la vuelta cuando hablamos de tentativas frustradas.

El psicólogo clínico Javier Jiménez, presidente de la Asociación de Investigación, Prevención e Intervención del Suicidio (AIPIS), subraya que los chicos «suelen elegir métodos más letales» al tiempo que también se percibe que «por motivos culturales, tienden a ocultar más sus angustias y, por tanto, buscan menos el apoyo psicológico externo».

Cómo evitar suicidios de niños y adolescentes

Si bien tenemos datos globales del número de suicidios que se registran en cada país, el tabú que aún existe acerca de esta cuestión en los menores de edad es el causante de que las cifras que tengamos sean incompletas, y que sólo conozcamos los suicidios de adolescentes.

Sí podemos afirmar que en Estados Unidos es la cuarta causa de mortalidad en menores de 14 años y la tercera en mayores de 15 años y menores de 18. En menores de 10 años, el suicidio es prácticamente inexistente.

Un elemento definitorio del suicidio infantil y adolescente es que es más fácil de evitar si los familiares están atentos con la situación por la que está viviendo el menor. Estos son los motivos más habituales y las formas de evitar que el problema pase a mayores.

Trastornos mentales

Aunque la mayoría de los trastornos mentales se identifican durante la adolescencia o en la edad adulta, es perfectamente posible que un niño tenga problemas de adaptación o episodios depresivos. Si no se trata, puede degenerar en casos peores.

El punto crítico es la adolescencia, etapa en la que que se desarrollan las ideas de suicidio. Si el entorno familiar ve problemas, en la inmensa mayoría de los casos se puede atajar.

Acoso escolar y abusos sexuales

Las formas de acoso son varias y capaces de generar un sentimiento de impotencia en el niño o adolescente que puede llevar al suicidio como única salida para huir del estrés que le genera.

El acoso ejercido por un mayor de edad suele ser con un ánimo libidinoso y el acosador puede ser un desconocido o, más frecuentemente, una persona cercana.

El acoso por los pares suele vivirse en la escuela o instituto y no ha sido reconocido como tal por la sociedad hasta hace relativamente poco tiempo.

El acoso escolar o bullying en inglés lidera en la actualidad la lista de razones que llevan a niños y adolescentes a quitarse la vida.

Los niños y adolescentes son el segmento poblacional más vulnerable frente a los malos tratos, tanto físicos como psicológicos, y los abusos sexuales. En esas edades se multiplican por seis los intentos de suicidio consumados por ambas causas.

Como principio general, hay que preguntar sin miedo y escuchar al menor, y tener una actitud hacia éste que le permita explicarnos lo que le sucede, sin juzgarle ni quitarle importancia a lo que nos cuenta.

En la inmensa mayoría de los casos, ha pasado por un proceso muy duro hasta confesar lo que le sucede y no suele haber ninguna inventiva.

Factores familiares

Una familia desestructurada es el principal inconveniente con el que se puede encontrar un niño o un adolescente para su crecimiento psicoemocional en una etapa en la que busca referentes.

Si a ello le sumamos situaciones de abuso o la asunción de responsabilidades prematuras, la mezcla puede resultar insoportable.

En este caso, si los padres no cumplen con las funciones, es fundamental que en el entorno se dé la voz de alarma para evitar malos mayores; los abuelos, amigos o maestros pueden jugar un rol fundamental.

Detectar los indicadores de riesgo y avisar

Evitar los suicidios de niños es un compromiso de todos y si tenemos en cuenta estos factores de riesgo y damos el aviso cuando corresponde, es posible reducirlos.

Afortunadamente, hoy tenemos más información que nunca para hacer frente a las situaciones complicadas. El siguiente vídeo es muy ilustrativo y resume bien las líneas a seguir para la prevención del suicidio adolescente:

Los expertos recomiendan potenciar desde la infancia, tanto en el seno familiar como en la escuela, un equilibro en el desarrollo físico y psicológico, educando a los niños en la comunicación y la autoestima, además de dotarles de recursos emocionales para que sepan afrontar situaciones adversas y de dolor, como pueden ser los fracasos, las rupturas sentimentales o las pérdidas.

La prevención del suicidio juvenil únicamente es posible si todo el mundo es consciente de que cualquiera puede padecer un problema mental. De ahí la importancia de que tanto padres como educadores aprendan a detectar el riesgo de suicidio y estén atentos a las señales que indican tales intenciones.

La doctora Ana Montes, experta en prevención del suicidio, defiende que debe desmontarse el mito de que «quien de verdad desea matarse nunca habla de ello». Muy al contrario, apunta esta psiquiatra, «es muy extraño que una persona se suicide sin haber advertido antes de que lo va a hacer».

Algunos estudios al respecto apuntan que al menos siete de cada diez personas que intentan quitarse la vida, y especialmente en el caso de jóvenes, comentaron antes sus ideas a un médico o un allegado.