Suicidios.info tiene como objetivo difundir información más clara, directa y honesta sobre el suicidio. Una media de 2.200 personas se quitan la vida en el mundo a diario, por lo que estamos ante un grave problema de salud pública sobre el que todavía pesan numerosos tabúes y estigmas sociales que es necesario erradicar.
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En esta web puedes encontrar información útil y práctica que sirve de ayuda para prevenir un mal que, pese a estar en pleno siglo XXI y en una sociedad globalizada, todavía es escondido por muchos bajo la alfombra con pretextos como que hablar de ello supone una incitación a que más gente lo lleve a cabo.
Ver, conocer, analizar y difundir de manera objetiva y rigurosa todo lo que rodea al suicidio es algo que jamás debería ser entendido como apología del mismo, ya que ignorar un problema nunca es una forma de solucionarlo.
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Suicidarse, una lacra en constante aumento
Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) no dejan lugar a dudas. El número de casos va en aumento. Un informe de agosto de 2017 desvela que anualmente se suicidan 800.000 personas en el mundo.
Las cifras a menudo resultan frías, por lo que conviene también presentarlas de una forma más gráfica para ver la magnitud de la tragedia.
Háganse la idea: la cantidad de gente que se quita al año la vida podría llenar algo más de ocho veces el estadio del Camp Nou.
En España es ya la primera causa de muerte externa, con 3.602 víctimas en 2017, de las cuales 2.680 fueron hombres y 922 mujeres.
Y estamos hablando de las muertes consumadas. Porque la dimensión del problema es todavía mayor si tenemos en cuenta que por cada suicidio efectivo hay al menos una veintena de tentativas fallidas.
Las tasas de suicidio no paran de crecer. Durante los últimos 50 años se han incrementado hasta más de un 60% en todo el mundo. Sin embargo, hay muchos países sin programas de prevención ni protocolos al respecto.
Por eso son de agradecer campañas para darle más visibilidad a una causa de muerte superior a la de los accidentes de tráfico.
Falsos mitos y creencias sobre los suicidios
La opacidad y el miedo en los que tradicionalmente se viene envolviendo todo lo relacionado con el suicidio ha favorecido la aparición de falsos mitos y creencias que no se corresponden, en parte o en su totalidad, con la realidad.
¿Quién no ha escuchado alguna vez eso de que quien habla de matarse solamente busca llamar la atención? ¿O que quien de verdad se quiere quitar la vida no lo dice? ¿O que quien lo intentó y no lo logró, volverá a hacerlo?
Son mantras que, por más que se repitan, no están respaldados científicamente. Cada historia personal es un mundo y, en especial en el asunto que nos ocupa, las generalizaciones son injustas y a menudo peligrosas.
Decir que matarse a uno mismo es un acto de cobardía o de valentía, o que hablar del suicidio con quien tiene pensamientos sobre el mismo le induce a llevarlo a cabo, son sólo algunos de esos juicios y prejuicios infundados.
El impacto en el núcleo familiar y los amigos cuando alguien se quita la vida
El papel de la familia y de los amigos resulta fundamental en la prevención del suicidio, ya sea tanto para la detección de posibles conductas autodestructivas como para el seguimiento y ayuda de quien ya lo ha intentado.
Así, es importante saber que la persona con tendencias al suicidio casi siempre da señales inequívocas de su propósito. Raras son las ocasiones en que se hace sin aviso alguno, lo que significa que hay que estar atento y no restar nunca importancia a las advertencias.
Los familiares y allegados de la persona con comportamientos así han de intentar abstraerse del supuesto estigma social asociado a que la gente sepa o se entere de que uno de los suyos haya querido matarse voluntariamente.
La sensación de culpabilidad puede generar más trastorno en el frustrado suicida y no beneficiará en absoluto a su recuperación, sino más bien aumentará el riesgo de un nuevo intento.
De ahí la importancia y el énfasis que hacemos desde aquí en visibilizar siempre el problema de manera abierta y sin ninguna vergüenza, alejados de las consideraciones religiosas y las moralinas, pues es la última consecuencia de una angustia y un sufrimiento vital máximo que se alcanzan por razones muy variopintas.
Los mismos tabúes se ceban con quienes han de afrontar el devastador dolor tras la pérdida por suicidio de uno de sus seres queridos.
«El suicidio es una puñalada incurable para quienes te quieren y te sobreviven», dijo el cineasta David Trueba. No son pocas las veces en que los familiares también acaban cayendo en una profunda depresión.
En estos casos, como abordamos en otros artículos específicos de esta web, es recomendable la intervención de un psicólogo o un terapeuta familiar para ayudarles a superar el duelo.